La muerte desde tiempos inmemorables ha sido objeto de estudio y preocupación del hombre, siendo la muerte un “fenómeno” en sí. Por tanto, ésta tendrá una serie de características todas ellas variables: religiosas, históricas, culturales, legales…
El cuerpo del hombre cuando está muerto es un objeto inmóvil que se descompone. Esto hace que surja la necesidad de ubicarlo en algún lugar dentro de la sociedad y promovido por ésta.
Con la descomposición del cadáver, producida por bacterias que están en el aire, da lugar a malos olores, insalubridad…, donde los huesos es lo último que va quedando. Para resolver estos problemas el hombre ha tenido dos maneras o técnicas de solucionar tal cuestión. Una es la incineración que se hace de forma rápida, y la otra más lenta, la inhumación.
REFERENCIAS
http://acceda.ulpgc.es/handle/10553/1893
http://www.villardecanas.es/historia/cementerios.pdf
El cuerpo del hombre cuando está muerto es un objeto inmóvil que se descompone. Esto hace que surja la necesidad de ubicarlo en algún lugar dentro de la sociedad y promovido por ésta.
Con la descomposición del cadáver, producida por bacterias que están en el aire, da lugar a malos olores, insalubridad…, donde los huesos es lo último que va quedando. Para resolver estos problemas el hombre ha tenido dos maneras o técnicas de solucionar tal cuestión. Una es la incineración que se hace de forma rápida, y la otra más lenta, la inhumación.
REFERENCIAS
http://acceda.ulpgc.es/handle/10553/1893
http://www.villardecanas.es/historia/cementerios.pdf