LOS NUEVOS MODELOS DE CEMENTERIOS DEL SIGLO XIX
Concluido el siglo XVIII, empiezan a hacerse en toda Europa, concursos arquitectónicos para erigir los nuevos cementerios a partir de las propuestas que antes se mencionaron.
En 1804 se va a construir en París el cementerio Pere Lachaise cuyo arquitecto fue Brongniart, y a partir de esas propuestas va a ser un prototipo de cementerios posteriormente: grandes explanadas de entrada, focalizadas hacia un monumento central y representativo (pirámide), zonas arbóreas y con jardines donde se ubicaran las tumbas de propiedad familiar más o menos representativas, organizadas según ejes y nodos. Pero siempre con la idealización de imitar la cualidad urbana en la naturaleza; se pavimentan algunas “calles” donde se adosan, alineadas las “tumbas-casas, como en la urbe y se divide el terreno en “sectores” y “divisiones”, de esta forma las tumbas pueden ser localizadas con mejor facilidad.
Esta fusión de “lo urbano” y “lo natural” donde el monumento y la vegetación se integran de manera idílica pero real. Ubicándose en lo alto de una colina con su entrada representativa, se convierte en el prototipo de cementerio mas imitado en Europa y América durante el Novecientos. Teniendo a inicios de esta centuria este tipo de modelos de cementerios que van a influir en los dos últimos siglos, aunque algunos de ellos se construyen avanzados el siglo XX.
1.- Por un lado, está el modelo de cementerio recercado donde el significado de límite interior y exterior queda representado y expuesto. Su origen se remonta a los cementerios medievales famosos como: Camposanto de Pisa, Santos Inocentes de París…Un claustro perimetral cubierto, con un espacio restante descubierto, cuyo centro es destacado por algún edificio particular y monumental (capilla, monumento, osario…), ordenado al estilo neoclásico (nodos, ejes, graduación, geometría…), donde la vegetación cuidada y las tumbas ocupan el espacio.
La portada y el muro cobran la importancia de fachada como conexión de la ciudad, la cual se quiere imitar e idealizar en la ordenación del propio cementerio. Teniendo gran importancia la intervención privada en la edificación de las tumbas (según los países y territorios). Un claro ejemplo de ello son los cementerios de Canarias.
2.- Por otro lado está el cementerio abierto, determinado por límites naturales, con un orden libre natural en su “interior”, sin la importancia arquitectónica del caso anterior. Dependiendo de la religión imperante va a haber o no, tumbas monumentales particulares, salvo alguna excepción de personajes ilustres, y sólo se construyen los edificios generales (osario, crematorio, edificio ceremonial), es la única construcción que se realiza y de forma excepcional.En este tipo de cementerio habrá amplios espacios naturales y sencillas tumbas con la lápida puesta en vertical o tumbas más monumentales, forman los pequeños puntos de visita a la memoria del difunto. Sólo el famoso o el ilustre tendrán una tumba de excepción en los países protestantes como los cementerios de Albany o Mount Auburn en EE.UU.
Otro cementerio con diferentes características, es el cementerio-edificio que sólo se construye en este siglo. Este tipo de cementerio parte de las propuestas de los “arquitectos revolucionarios del XVIII”, que intentan recuperar la tradición del mausoleo privado o del templo antiguo pero convertido en un nivel colectivo y monumental, con la finalidad de que la gente se quede impresionado por la imagen de la nada como significado de la muerte. Estos cementerios consisten principalmente en un crematorio y en una “nada” donde se entierran las urnas colectivamente. Dándose una visión (a-religiosa) de la vida, donde la realidad se mueva hacia la nada. Pero este ideal acerca del anonimato y de la expresión colectiva iba en contra de las concepciones sociales imperantes en el Novecientos, no haciéndose efectivo.
Solamente, después de las guerras acaecidas durante el siglo XX tendrán lugar debido a las influencias económicas, falta de espacio, superpoblación… Un claro ejemplo es el cementerio de Módena o los proyectos de Boullée no construidos.
REFERENCIAS
http://acceda.ulpgc.es/handle/10553/1893
http://www.villardecanas.es/historia/cementerios.pdf
En 1804 se va a construir en París el cementerio Pere Lachaise cuyo arquitecto fue Brongniart, y a partir de esas propuestas va a ser un prototipo de cementerios posteriormente: grandes explanadas de entrada, focalizadas hacia un monumento central y representativo (pirámide), zonas arbóreas y con jardines donde se ubicaran las tumbas de propiedad familiar más o menos representativas, organizadas según ejes y nodos. Pero siempre con la idealización de imitar la cualidad urbana en la naturaleza; se pavimentan algunas “calles” donde se adosan, alineadas las “tumbas-casas, como en la urbe y se divide el terreno en “sectores” y “divisiones”, de esta forma las tumbas pueden ser localizadas con mejor facilidad.
Esta fusión de “lo urbano” y “lo natural” donde el monumento y la vegetación se integran de manera idílica pero real. Ubicándose en lo alto de una colina con su entrada representativa, se convierte en el prototipo de cementerio mas imitado en Europa y América durante el Novecientos. Teniendo a inicios de esta centuria este tipo de modelos de cementerios que van a influir en los dos últimos siglos, aunque algunos de ellos se construyen avanzados el siglo XX.
1.- Por un lado, está el modelo de cementerio recercado donde el significado de límite interior y exterior queda representado y expuesto. Su origen se remonta a los cementerios medievales famosos como: Camposanto de Pisa, Santos Inocentes de París…Un claustro perimetral cubierto, con un espacio restante descubierto, cuyo centro es destacado por algún edificio particular y monumental (capilla, monumento, osario…), ordenado al estilo neoclásico (nodos, ejes, graduación, geometría…), donde la vegetación cuidada y las tumbas ocupan el espacio.
La portada y el muro cobran la importancia de fachada como conexión de la ciudad, la cual se quiere imitar e idealizar en la ordenación del propio cementerio. Teniendo gran importancia la intervención privada en la edificación de las tumbas (según los países y territorios). Un claro ejemplo de ello son los cementerios de Canarias.
2.- Por otro lado está el cementerio abierto, determinado por límites naturales, con un orden libre natural en su “interior”, sin la importancia arquitectónica del caso anterior. Dependiendo de la religión imperante va a haber o no, tumbas monumentales particulares, salvo alguna excepción de personajes ilustres, y sólo se construyen los edificios generales (osario, crematorio, edificio ceremonial), es la única construcción que se realiza y de forma excepcional.En este tipo de cementerio habrá amplios espacios naturales y sencillas tumbas con la lápida puesta en vertical o tumbas más monumentales, forman los pequeños puntos de visita a la memoria del difunto. Sólo el famoso o el ilustre tendrán una tumba de excepción en los países protestantes como los cementerios de Albany o Mount Auburn en EE.UU.
Otro cementerio con diferentes características, es el cementerio-edificio que sólo se construye en este siglo. Este tipo de cementerio parte de las propuestas de los “arquitectos revolucionarios del XVIII”, que intentan recuperar la tradición del mausoleo privado o del templo antiguo pero convertido en un nivel colectivo y monumental, con la finalidad de que la gente se quede impresionado por la imagen de la nada como significado de la muerte. Estos cementerios consisten principalmente en un crematorio y en una “nada” donde se entierran las urnas colectivamente. Dándose una visión (a-religiosa) de la vida, donde la realidad se mueva hacia la nada. Pero este ideal acerca del anonimato y de la expresión colectiva iba en contra de las concepciones sociales imperantes en el Novecientos, no haciéndose efectivo.
Solamente, después de las guerras acaecidas durante el siglo XX tendrán lugar debido a las influencias económicas, falta de espacio, superpoblación… Un claro ejemplo es el cementerio de Módena o los proyectos de Boullée no construidos.
REFERENCIAS
http://acceda.ulpgc.es/handle/10553/1893
http://www.villardecanas.es/historia/cementerios.pdf